MIS ANIMALES EN AGOSTO XII (o los azarosos encuentros). Y otro perro, esta vez dormido. Apoyaba cuidadosamente la cabeza en un escalón. No advirtió que lo fotografié. Tampoco era consciente de que se encontraba durmiendo plácidamente en el complejo funerario del emperador mogol Humayun. Ni el perro ni yo supimos a quién pertenecían las abundantes tumbas del glorioso y rico cementerio. Luego de fotografiar, nos fuimos de allí y entró en juego el olvido, aunque siempre me quedará esta bella imagen de este anónimo perro negro…
27 SEPTIEMBRE 2017
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