LA CIUDAD MELANCÓLICA II (o donde habitan los dioses de la paz eterna). Caminábamos por una calle larga, de mediana anchura, en la que el tráfago hacía muy difícil avanzar. Procuré concentrarme en lo inmediato, lo más cercano, como en estas personas que caminaban delante con determinación, como si en algún lugar les estuvieran esperando para hacer algo transcendente que solo ellos sabían y podían hacer…
2 OCTUBRE 2017
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