LA CIUDAD MELANCÓLICA IX (o donde habitan los dioses de la paz eterna). Después de dos o tres kilómetros dimos la vuelta e iniciamos la remontada, cerca de las edificaciones y de la gente que hormigueaba entre los edificios. La ciudad se extendía a lo largo de la orilla derecha, según avanzábamos, pero la barrera de edificios inextricables y abigarrados nos impedía ver más allá.
9 OCTUBRE 2017
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