EL ATURDIMIENTO PROPIO DEL HECHO DE TENER COSAS QUE HACER II (desde hace casi tres meses). Por si todo lo que dije ayer fuera poco, además, estoy colgando nuevas fotografías y cambiando la colocación de otras que ya estaban por toda la casa (mías). Esta ingente tarea supone enmarcar muchas, acordarme de que existen, de que en algún remoto momento las positivé; el hecho de traerlas a la luz de la casa supone reconocerlas. Y apreciarlas. Probablemente ya se quedarán ahí indefinidamente, mirando mi vida doméstica hasta el final, porque nunca volveré a tomarme tantas molestias. Llega un momento que intuyes que todo lo más o menos significativo que haces es la última vez que lo afrontas, y eso es un alivio…
9 DICIEMBRE 2017
© 2007 pepe fuentes