LA INDIA QUE YO VI (3.6) – No era consciente de lo que hacía, o más bien de por qué lo hacía, solo sentía una necesidad imperiosa de dirigir la cámara de un lado a otro, febrilmente, cargar el fotograma y disparar, incesantemente. Los visitantes caminaban por las calles interiores de Mehranghar como si levitaran o formaran parte de una coreografía que ejecutaban con precisión y belleza -Esa visión me impulsaba a fotografiar como si yo también estuviera imbuido, o tal vez abducido, por ese constante discurrir de personas hacía puntos inconcretos pero plenos de armonía y sentido (…)
24 DICIEMBRE 2017
© 2017 pepe fuentes