LA INDIA QUE YO VI (3.15). En Fatehpur Sikri los visitantes avanzaban despacio, silenciosamente se adentraban por los muchos espacios en los que en algún momento se había rezado y adorado a divinidades que ya habían partido. Allí solo había misteriosas paredes desnudas. Para ellos carecía de importancia que los dioses ya no estuvieran, porque llevaban consigo su creencia y era lo único que verdaderamente importaba. Agradezco infinitamente a los dioses que hayan pasado por la tierra porque me permiten disfrutar de las creaciones que los hombres han hecho para su mayor gloria (…)
9 ENERO 2018
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