31 ENERO 2018

LA INDIA QUE YO VI (4.6). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur.  Rodeé varias veces este sextante (Shashthansha Yantra) sin saber cómo fotografiarlo y, finalmente, opté por esta toma que no parece gran cosa… “que se usa para hallar la distancia al cénit y la declinación. Consiste en dos arcos de 60º cada uno, adyacentes a los muros oriental y occidental de una sala oscura. Los arcos son paralelos al plano del meridiano local. Este instrumento se usa a mediodía –hora solar-, momento en el que el sol cruza el meridiano de Jaipur y sus rayos caen en los arcos graduados atravesando dos orificios diminutos del techo de la sala… Los arcos tienen dos escalas. La primera está graduada en grados y sirve para la observación directa de la declinación del sol a mediodía y la segunda se emplea para calcular la distancia del sol al cénit. A mediodía, los rayos solares atraviesan los orificios mencionados y caen con el tamaño de una pelota de tenis sobre los arcos, durante uno o dos minutos. Así se calculan la distancia al cénit, la altitud, declinación, etc.” De nada de eso me enteré y, por supuesto, no vi ni la sala, ni los orificios, ni los rayos que caían, ni nada de nada y, por si fuera poca la dificultad, estaba nublado, luego los rayos no podían caer de parte alguna. Pero la cuestión no es esa, sino que la fotografía o el fotógrafo no documentalista, y yo en absoluto lo soy, no tiene por qué aspirar a llegar a la verdad máxima de lo que fotografía, sino que su lectura y expresión estarán siempre en la frecuencia y coordenadas de la interpretación estética o poética, en sugerir y recrear, en la intuición y no en la ciencia:  “La grandeza de la ciencia está en que es capaz de comprender sin necesidad de intuir, la grandeza del arte en que es capaz de intuir sin necesidad de comprender”. Jorge Wagensberg