DIGRESIÓN UNA: Churchill (2017) Reino Unido. Guión: Alex von Tunzelmann. Dirección: Jonathan Teplitzky. Intérpretes: Brian Cox, Miranda Richardson, John Slattery, James Purefoy, Julian Wadhham. No sé por qué tenía muchas expectativas con esta película; quizá fuera porque siento una cierta admiración hacia Winston Churchill, aunque sea un personaje del que apenas sé nada. Naturalmente no he leído nada suyo, a pesar de que fue premio nobel de literatura, nada menos (tampoco he leído nada de la mayoría de los que obtuvieron ese premio). En cuanto a las muchas hazañas de su vida pública tampoco sé apenas nada, salvo que fue primer ministro del Reino Unido, pero eso no es mucho. Sin embargo, algo me dice que fue un hombre digno de la máxima admiración, y uno de los más importantes del siglo XX. La película no estuvo a la altura del personaje, me parece, resultó muy poca cosa. Narra un momento puntual de su vida, los días previos al desembarco de Normandía, y muestra a un hombre acobardado, aterrorizado y abrumado por la culpa, por el hecho de que tendrían que morir miles de soldados, hombres jóvenes desbordantes de vida y futuro. No entendí el propósito de la película, salvo porque pretendiera mostrarnos el lado humano y sensible de un hombre omnipotente; en contraste, además, con la infinita e insensible crueldad de Hitler o Stalin, o la dureza pragmática de Eisenhower. En ese sentido, quizá, hay una simplista y maniquea división entre “buenos y malos”. De cualquier modo, no se entiende bien esa microaproximación llorosa a un hombre que al parecer fue el auténtico y absoluto héroe de la resistencia inglesa al nazismo. La narración se convierte en una inacabable sucesión de momentos críticos y temblorosos por las víctimas inocentes de la masacre que indudablemente se produciría. Todo un poco impostado y con la sensación de que seguramente no fueron así las cosas. Estimable actuación de Brian Cox, y no mucho más. Película insuficiente y frustrante y, lo que es peor, aburrida.
19 FEBRERO 2018
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