DIGRESIÓN CUATRO: Tesnota (Demasiado cerca). Rusia (2017). Guión y dirección: Kantemir Bagalov. Fotografía: Artem Emelianov.Intérpretes: Darya Zhovner, Olga Dragunova, Veniamin Kac, Atrem Cipin, Nazir Zhukov. Una familia: los padres, una hija y un hijo, por ese orden, muy jóvenes y casaderos. Pobres. Judíos. Una comunidad cerrada, como todas las que soportan la omnipresentemente presencia del sectarismo religioso. Malviven en un barrio depauperado, en una ciudad inespecífica del norte del Cáucaso ruso. Nada más empezar, una escena entre el padre y la hija, en el taller de coches de la familia, que denota una convivencia entre ambos tranquila y cariñosa, en la que predominan sonrisas y complicidades. La hija, protagonista absoluta de la película, también mantiene una afectuosa relación con su hermano y, a veces, con su madre. Todo parece ir bien, hasta que un hecho imprevisto descoloca una tranquila vida familiar y la postal, tan humilde pero gozosa, se torna en una negra espiral de incomprensión y dureza. Ese hecho pone en evidencia las miserias y egoísmos humanos de toda la comunidad judía. También sus grandezas. Terriblemente expuestos a las aciagas inclemencias, todos se ven obligados a enseñar su alma, no hay margen para el banal disimulo. Toda la esencia de la humanidad que les define aflora abruptamente: la grandeza, la generosidad, la cobardía, el egoísmo; y también el amor y el desamor. Todo es de una autenticidad descarnada y verosímil. Las gentes aparecen como lo que somos, pobres seres frágiles a merced de lo que nos pueda venir encima. El relato de Bagalov mantiene un ritmo que no decae en ningún momento, todo lo contrario, no para de crecer. Toda la acción se desarrolla en interiores o de noche y el matizadísimo e hiperrealista sonido directo, así como la fotografía, en formato cuadrado, ajustada, virtuosa, ominosa, contribuyen a acentuar la atmósfera dramática. Bagalov y su equipo consiguen que casi sientas que respiras el mismo aire que ellos. Los momentos de valentía y fuerte determinación de la hija, los silencios acobardados del padre, la angustiosa necesidad de dominio afectivo de la madre y la inmadurez del hijo, te llegan en estado puro gracias a unas interpretaciones sentidas y profundas. Finalmente, abandonan la casa donde malviven, pero un nuevo e incierto camino se abre ante ellos.
4 MARZO 2018
© 2016 pepe fuentes