LAS COSAS COTIDIANAS. El cuarto oscuro XVII. Termino hoy con el cuentecito de estos últimos días. Hace ocho decidí acabar con el apartado de copiado en ampliadora, porque me había quedado sin papel, a pesar de que me faltaban unas pocas copias, pero pensé en perdonarme y dejarlas para otro momento (dentro de un año, tal vez, me dije). A continuación inicié el proceso de lavado, virado y planchado, pero, inexplicable y lamentablemente, en el viraje al selenio de las dos copias grandes de la fotografía de hoy (de las que tenía comprometida una), aparecieron unas manchas marrones, como lentejas; sí, eran del mismo tamaño y color que las lentejas estofadas. Maldita sea. En consecuencia, he tenido que comprar más papel y prolongar unos días el copiado, repetir esos dos positivos y ya, de paso, retomar algunos otros de los que no estaba satisfecho y los que había dejado para otra ocasión (me perdoné dos veces). Un jodido engorro. Me pregunto si continuaré copiando en otro momento, pero, como siempre que no me gusta la pregunta, no me contesto. El cuarto oscuro me supone un gran dispendio: tiempo, dinero y energías. A lo largo de dos meses y medio, trabajando casi todos los días, he tratado en torno a doscientas veinticinco fotografías (o más, porque de algunas he abortado la consecución del positivo), en distintos tamaños y con un total de algo más de quinientas copias (dos por fotografía). Sin duda es un esfuerzo descomunal para traer al mundo tangible y palpable lo que antes no existía (en ese sentido a lo mejor sí soy alguien que crea algo, que no necesariamente supone ser un creador artístico), para nada, pero esa es mi única razón de ser, trabajar para el mundo intangible e impalpable o, dicho de otro modo, materializar en un soporte mis impresiones, que siempre serán intangibles e impalpables. Maldita paradoja. Como propósito de futuro me digo que debería seleccionar más, o copiar poco y más frecuentemente, y no abrumarme con una cantidad desmedida de negativos. Al fin y al cabo, realizar una copia fotográfica despacio y cuidadosamente y conseguir que ésta tenga los valores y calidades planeados, es un inmenso placer al que no tengo porqué renunciar (infrecuente planteamiento positivo, ya lo creo).
Datos de copiado de la fotografía de hoy:
Formato negativo: 120 mm (Ilford Pan F 50)
Ampliadora: Beseler 23 CII (objetivo, Componon 100 mm)
Papel: Ilford Multigrado (Baritado) Brillante
Tamaño: 46,5*58,2 cm
Grado de filtro: 4
Tiempo de exposición: 8 y 26” (dependiendo zonas)
Revelador: Centabrom y Eukobrom
Fijador: Tetenal o Ilford (dos baños)
Eliminador de Hipo: fórmula propia
Virador: Selenio (Kodak o Ilford)
Secado y planchado
Copias realizadas: 2
Destino: Una de las copias la entregaré a los fotografiados. La otra irá a parar a uno de los cajones para olvidar.
Tiempo de guardado: inespecífico (seguramente hasta mi muerte, momento en el que terminará en un contenedor de basura urbano)
26 MARZO 2018
© 2016 pepe fuentes