A PROPÓSITO DE LAS FOTOGRAFÍAS AUREAS: hace mucho tiempo que no traigo a este diario estas carísimas imágenes; ayer traje una, y en los próximos días traeré más. No hay ninguna razón en especial, salvo que temática y anímicamente me vienen bien. En estos últimos días, estoy esforzándome mucho en el proceloso mundo de la comercialización de los productos químicos para poder seguir virando a estos maravillosos tonos, analógicamente claro, porque supongo que con el Photoshop se conseguirá con un golpe de clic (lo cierto es que no lo sé). Durante muchos años, y hasta hace poco, me acercaba una tarde a Madrid y los compraba a un precio razonable sin ningún problema. Ya no, ahora tengo que pasar horas buscándolos en internet y ni siquiera así. Son en torno a seis productos y he conseguido uno de ellos en Italia, cuatro en Barcelona (tan lejos o más que Italia) y el esencial, Cloruro de Oro (que tiene un precio astronómico en Cataluña), tendré que intentar conseguirlo en Shanghái, como muy cerca (y también será carísimo). Quizá tenga que olvidarme de una puñetera vez de las exigentes y carísimas necesidades del –cuarto oscuro-.
17 ABRIL 2018
© 2007 pepe fuentes