HOY, EL DIARIO VA DE ARTE (o más bien de fotografías de Arte, o tal vez del mercado en su versión artística): recorrí pasillos deprisa, a golpe de intuición, detectando aquellas formas que me hacían gestos o reclamaban mi atención. Casi todo lo que estaba reservado a mi atención era escultura, o figuraciones en 3D, o instalaciones, o como quieran llamarse. La pintura o la fotografía no sirven para mi propósito, luego apenas si me detengo. En cuanto a fotografía en venta, sí me paré ante cuatro obras de García Alix que me gustaron, como suele suceder con este autor, interesante siempre por tener o aparentar un hondo sentido existencial y literario. También me detuve frente a dos obras de Chema Madoz, sin embargo, éste me interesa menos porque lo suyo va de cosas chocantes, muy ocurrentes, pero poco transcendentes. Técnicamente, sobresalientes los dos. También había obras fotográficas interesantes, de gran tamaño, pero ya no me acuerdo de quienes eran. La obra que más me gustó, en el apartado digamos figurativo (escultórico-transcendente), y que ocupaba todo el espacio de una galería, fue una gran muestra de cabezas en cerámica colocadas sobre una especie de escenario o plataforma. Sobresalientes en su brillante ejecución técnica y abrumador expresionismo. También la disposición, solas, o en grupos de dos o tres, componían una escenificación original y sugestiva. Para mí, la mejor obra de la feria, pero no me fijé en el nombre del artista ni de la galería. No es mi propósito allí analizar y recordar obras o autores que, seguramente, no volveré a ver. Cuando siento que he hecho las fotografías que tenía reservadas, o con las que ya me siento satisfecho, me entran ganas de salir pitando de allí.
4 MAYO 2018
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