MI ÚLTIMO VIAJE A LISBOA. Día dos (28 abril, sábado). Desde el hotel, a primera hora, directamente a La Feira da Ladra. “Es un mercado de pulgas que funciona regularmente en la plaza Campo de Santa Clara y sus inmediaciones, en el barrio Alfama de Lisboa, desde el siglo XIII. Los vendedores ofrecen en el mercado a cielo abierto diversos objetos, principalmente mercadería usada o antigüedades, aunque también pueden comprarse artículos nuevos como artesanías y azulejos” (información transcrita de Wikipedia). Hizo una mañana de temperatura agradable y acariciadora luz tamizada por nubes. Lo pasamos muy bien en el mercado, fotografiamos y compramos algunas cosas: una foto antigua que simboliza la maternidad detenida; una muñeca con la cabeza trepanada, toda una metáfora; unos prismáticos viejos de largo alcance para ver más allá del pasado; una cabeza de negro africano, aparentemente feroz, de madera africana (supongo); un bonito bolso del color de los sueños; unos zapatos para Naty, pintados; y unas gafas con montura en forma de corazones, muy graciosas y muy viejas. Estuvimos a punto de comprar este maniquí (costaba 40 €) pero no lo hicimos, y fue una pena, habría lucido muy bien en un rincón de nuestra casa…
3 JUNIO 2018
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