27 JUNIO 2018

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Fecha de diario
2018-06-27
Referencia
8445

ÉRASE UN INDIVIDUO, NATURAL DE BABIA, AQUEJADO DE FASCITIS PLANTAR III. En ese momento vio pasar a uno de los integrantes del famoso dúo traumatológico y le abordó llamándole por su nombre, con desparpajo; le dijo que le había dado unos volantes de pie cambiado, del pie sano. Se los rectificó de mala gana sobre la marcha pero no se disculpó por el error y además no se mostró nada amigable ¡¡¡menudo tipo!!! (era el que se dedicaba a aporrear el ordenador con sus torpes dedos gordezuelos). Volvió al asunto de las radiografías y todavía tuvo que esperar diez minutos a que apareciera un tipo gafoso y soso y, para continuar con la tónica del desatento servicio, no le pidió disculpas por los diez minutos que le había hecho perder. Los operarios de las radiografías también actuaron de forma desabrida e imperativa, sin ninguna amabilidad. Quizá es que detectaron que semejante inútil no merecía mayor atención. Al día siguiente, fue a la consulta de los hermanos Coen. Le recibieron en sus respectivos papeles, no los habían intercambiado, y le diagnosticaron que, además de fascitis, tenía un espolón en el talón. Pudo verlo en pantalla y le dio grima ver una especie de protuberancia o excrecencia en forma de cuerno que debía estar clavándose en sus frágiles carnes. Menudo plan. A partir de ese momento tenía que empezar una larga actividad terapéutica que empezaría por ir a un podólogo, que luego resultó podóloga, encargar unas plantillas ad hoc, y también ir a una clínica de fisioterapia, nada menos que diez días. Un infierno de inconvenientes por una dolencia inexplicable e inesperada, que tan solo era molesta. Los Coen, muy interesados en seguir viendo a sus pacientes, le prescribieron, además, que volviera a los tres meses, una vez superada la crisis (estaban seguros de la eficaz pertinencia de su tratamiento), pero el babiano, perezoso para afrontar molestias, solo se hizo las plantillas y de la fisioterapia pasó. No disponía de una hora diaria, durante diez días, para esos menesteres. Han pasado meses desde entonces y, aún con ligeras molestias, puede seguir caminando sin apenas dolor. Ah, y a los famosos hermanos no volverá. No le gustan. Toda esta peripecia le hizo sentir una creciente inutilidad práctica en relación con el mundo y sus desagradables habitantes, cada día más evidente e insoportable para él ¡¡¡Menuda mierda!!! Piensa el incompetente y achacoso babiano.

Pepe Fuentes ·