INÚTIL SOBREACTUACIÓN. Ahora, que ya no tengo en perspectiva volver a los retratos (y no por mi decisión, sino por la de los demás que no muestran ningún interés en que les retrate), se me ocurre instalar un pantógrafo en el pequeño plató de mi casa, que ha quedado estupendamente. Ahora la habitación ha quedado diáfana y los puntos de luz en el techo. Ya estaba bien de chocarme constantemente con los dichosos trípodes y que se interpusieran entre la cámara y el fotografiado. Como decía, solo hay un problema: no tengo a nadie a quién fotografiar, pero eso es otro asunto. Nos fotografiaremos nosotros (Naty, míster Brown y yo). Pues eso.
28 JUNIO 2018
© 2018 pepe fuentes