UN VIAJE A CÁDIZ, EN COMPAÑÍA DE CHARLIE BROWN (8) Dos de junio (sábado). Lo primero, nada más empezar nuestro día, a Jerez de la Frontera. Directos al centro, a la plaza del Arenal. Allí se celebraban combates entre caballeros en la Edad Media. Ahora, era Sebastiao Salgado quien oficiaba su celebración del Génesis, en una exposición de una cuarentena de fotos, más o menos, de tamaño grande-medio, o medio-grande, colocadas en el centro de sólidas estructuras de hierro. Buen montaje y buenas fotografías en blanco y negro, donde Salgado cuenta la majestuosidad, belleza y misterio del planeta (concepto formal de la muestra, creo). Titánico y espectacular esfuerzo, soberbiamente acabado. Por cierto, no sé si Salgado será creacionista, puede que sí, porque ha dotado a su obra de una hechura formal de una grandiosidad titánica, divina. De hecho, tiene la amabilidad de orientarnos con el título de la muestra: Génesis (según dicho texto bíblico, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios). No sé si de este hecho se puede inferir si su Dios es judío o cristiano, o ninguno de los dos, aunque sean el mismo. Lo cierto es que no sé en qué Dios cree Salgado, si es que cree en alguno (en realidad sobre este fotógrafo apenas sé nada), pero viendo sus fotografías da la impresión de que ha intentado recrear el “momento decisivo bressoniano”, pero en clave creacionista, emulando fotográficamente al creador y su obra e incluso mejorándola, gracias a un pulcro blanco y negro. Salgado se confiesa un rendido enamorado del planeta, por eso le han salido tan bien las fotos, o es que le ha ayudado el mismísimo Dios. No sé, todo ese planteamiento y resultado me supera…
8 JULIO 2018
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