UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (12) … Domingo, 5 de agosto. Día en Xi’an, solo uno. Primero fuimos al museo de los guerreros de terracota. Rocío, sin móvil por el momento, nos fue contando a lo largo del viaje al museo el proceso de selección de las tierras más idóneas para el modelado, de gran pureza, y la técnica de cocción de las figuras. Una muchedumbre abarrotaba todos los puntos de entrada. En el interior, en un grandísimo hangar, se exhibían los famosos guerreros. Al parecer crearon 8.000, todos distintos, y algunos caballos. El efecto de verlos era impresionante, alineados en callejones longitudinales de 6 ó 7 metros de ancho. A pesar de que una multitud ansiosa se agolpaba en las barandillas y de que miles de brazos se levantaban esgrimiendo móviles para fotografiar, las sensaciones eran emocionantes, sobrecogedoras. El conjunto impresionaba con una especie de atmósfera mística, atemporal. La sobriedad de las figuras y su exacto y singular hiperrealismo (no hay ninguna figura igual ya que eran copias del ejército real del emperador que ordenó crearlas), su perturbador y marcial hieratismo, provocaba la sensación de estar contemplando una inmensa obra humana de una belleza única…
12 OCTUBRE 2018
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