NOTAS DEL DOCE DE DICIEMBRE (3)… Ah, y se me ocurren muchas más fotos, pero no las hago todas porque me canso de hacer cosas sin sentido, aunque puedan ser bonitas, y hasta ocurrentes. Aprovecho que el deambular por las palabras me ha conducido hasta aquí, a lo mismo de siempre, para preguntarme para qué sirven las fotografías, mis fotografías, las que hago sin ninguna intencionalidad en especial, simplemente porque se me ocurren en el “cuarto de fotografiar nada”, o en campos donde no hay nada ni nadie, salvo yo mismo y el entusiasta Charlie Brown, inopinadamente, sin preaviso y sin propósito conocido. No me contesto. Obvio, no hay respuesta posible. Y si la hubiera, malograría las dichosas fotos, porque solo son fruto de automatismos incomprensibles, o más bien inexplicables, pero que me entretienen mucho y me salvan de algo que tampoco sé lo que es…
27 DICIEMBRE 2018
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