HISTORIA DE UNA BODA. Capítulo I. Los valores decisivos 4: Pero, no todo es tan mirífico, idílico y cremoso, ya que desde la cima de la que partes en los arrebatados primeros momentos, todo es bajada. El fatal reloj de arena que mide el tiempo, el auténtico dueño de nuestras vidas, comienza su inexorable mudanza y ya no parará hasta alcanzarnos. Afectará y contaminará a todo lo que tiene que ver con las necesarias constantes vitales: el deseo, la risa, la ilusión, el placer, los impulsos… El aciago árbitro nos avisa de que todo decae y finalmente acabará. Por eso, la suerte de haber conseguido una buena vida en pareja, cuidadosamente construida, es que vives, languideces y mueres en amorosa compañía… “La amistad, el amor, es poder ser débiles juntos”. Paul Valéry.
19 ENERO 2019
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