ULTIMAS LECTURAS: acabo de terminar, Historia de España contada para escépticos, de Juan Eslava Galán (2017). En estos dos últimos meses he leído cuatro obras suyas, todas históricas sobre España. Eslava tiene la espléndida cualidad de hacer ensayo histórico de un modo amenísimo. Se podría decir de su estilo que es divulgativo, entretenido y popular, pero no por eso superficial, sino sencillo y directo, con sumo respeto hacia el lector (como yo) que no necesita de un caudal abrumador de datos y hechos, sino tan solo conocer los referentes sustanciales para informarse, a grandes rasgos, de lo que nos ha venido pasando a los españoles en estos últimos milenios. Esta última obra leída (que tiene una primera edición en 1995) abarca desde el relato sobre el –abigarrado mosaico de tribus y espontáneos invasores– de la remota antigüedad, hasta la aparición de los -demagogos podemitas-. Tan enorme periodo de tiempo podría abarcar decenas de volúmenes, pero también caber en un delicioso y ágil resumen en el que Eslava se muestra aséptico en cuanto a la presentación de los hechos, pero sin eludir el pronunciamiento crítico sobre las incontables barbaridades y soberbias estupideces que venimos cometiendo incesantemente, desde el principio de los tiempos. En ese sentido, y quizá sea el único, los españoles sí somos un pueblo homogéneo y de identidad reconocible, a pesar de los empeños desaforados por marcar diferencias pueblerinas y quiméricas identidades singulares. Somos únicos en estúpida pretenciosidad y orgullosas poquedades. Canovas: “español es el que no puede ser otra cosa”. No todo ha sido escasez, sobre todo cultural, porque hemos tenido algunos momentos grandiosos, como la expansión de nuestra lengua. Eslava relata tres mil años de historia (más o menos) con su proverbial agilidad y sentido del humor. Espléndido y gozoso ensayo histórico.
6 FEBRERO 2019
© 1999 pepe fuentes