VISITA A ARCO (Feria de Arte Contemporáneo) Madrid, sábado tres de marzo 2. Volviendo a la desinhibida naturalidad con que la gente me aborda por mi vieja cámara grande: me agrada que, sin excepción, hagan valoraciones muy positivas e incluso admirativas. Aunque, si lo pienso un poco, no sé cómo tomármelo. Es algo así como si en mi persistencia reconocieran un gesto de sólida voluntad, o un anacrónico purismo digno de la mayor curiosidad. Estoy a punto de que me echen unas monedas, si desplegara un recipiente ad hoc para el propósito (Naty, con buen criterio, me propuso hace un tiempo utilizar la funda del trípode abierta en el suelo). Otro matiz gracioso del asunto es que prácticamente todos se dirigen a mí en inglés, aunque ellos no lo sean, y eso es un misterio porque no puedo tener una imagen más propia de ancestral ibérico. Quizá sea porque no conciben que un típico español pueda comportarse tan extravagantemente. A mí todas esas reacciones me traen sin cuidado, salvo que a veces resulta molesto porque algunos de los espontáneos son rematadamente tontos…
Foto 2: una camisa mimetizada con la pared. Imagen atractiva, sin duda, pero de la que no conseguí saber su alcance “artístico” ya que no supe de la parte conceptual. Ahora, las obras de arte se componen de dos partes: el artefacto y el concepto, y casi no son nada el uno sin el otro.
26 MARZO 2019
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