5 ABRIL 2019

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Iglesia de San Pedro, Cuzco, (Perú)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD DELTA 3200 (800)
Fecha de diario
2019-04-05
Referencia
9019

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo uno: Cuzco (Perú), uno de febrero, viernes
II
 “Primeramente, doy licencia y facultad a vos, el dicho capitán Francisco Pizarro, para que en nuestro nombre de la Corona real de Castilla, podáis continuar el dicho descubrimiento, conquista y población de la provincia del Perú, hasta doscientas leguas de tierra por la costa. Las cuales dichas doscientas leguas comienzan desde el pueblo que en lengua de indios se dice Teninpulla y después llamasteis Santiago, hasta llegar al pueblo de Chincha”. Emperador Carlos I. Toledo, 26 de julio de 1529.

Es sabido que los seres humanos, desde que tenemos constancia de nuestros hechos, hemos necesitado de mitos, leyendas, idealizaciones, creencias para soportar la percepción de nuestra pequeñez, vulnerabilidad y finitud frente a la inmensidad de la tierra y el cosmos. Y del arte. Pero, sobre todo, de religiones para enfrentar el hecho de morir: la aterradora idea de la extinción absoluta. Religiones, sensatas unas, como la de los Incas, que se fundamentaba en percepciones inmediatas y naturales que podían ver y palpar; e insensatas otras, como la católica, que solo se remite a una quimérica fe y a promesas incumplidas, o al menos indemostradas, acompañada, además, de severos, represivos y a veces aniquiladores dogmas. Los españoles, en materia religiosa, estafamos a los Incas: les arrebatamos la suya que les servía por estar sustentada sobre fenómenos visibles y valiosos para sus vidas como el sol, la luna o la tierra y a cambio les impusimos otra, artificiosa e indemostrable, que fue, además, un terrorífico instrumento de sumisión a nuestros intereses. Sin el soporte y refuerzo de la religión, dudo que la conquista hubiera sido posible en aquel momento. Menos mal que, al menos, ahora tenemos una maravillosa lengua común. También les aportamos nuestra cultura y construimos bellos edificios, aunque no tan sobrios e impresionantes como los suyos…

COROLARIO: Dios humillará el orgullo de los infieles y les dará a conocer la verdadera fe, el gran objeto de la conquista”. Francisco Pizarro a sus hombres

Pepe Fuentes ·