28 JULIO 2019

DIGRESIÓN CATORCE: Indagine su un cittadino al di sopra di ogni sospetto (Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha). Italia (1970). Guion: Ugo Pirro. Dirección: Elio Petri. Música Ennio Morricone. Intérpretes: Gian Maria Volonté, Florinda Bolkan, Gianni Santuccio, Orazino Orlando, Salvo Randone, Massimo Foschi. La interpretación de Volonté es ruidosa pero espléndida, altisonante, como corresponde a un histérico que además tiene poder. Sostiene la película con una presencia constante en pantalla, con un tempo afinado que no cansa. Nos cuenta una historia de violencia “machista”, tan actual ahora. En aquellos años este tipo de violencia no era interpretada como ahora (no sé muy bien cómo lo es ahora, más allá de la justa y cansina reivindicación feminista). Según la literatura ad hoc que generó esta película, el sentido se remitía a poner en evidencia la injusticia que suponía que se burlara el orden y los culpables quedaran exentos de culpa, especialmente en casos de personas influyentes o poderosas. O, algo aún más complejo socialmente, como la expresión del choque de un cierto elitismo, también corporativo, con el advenimiento de corrientes más democráticas. Eran los años finales de los sesenta, tan revolucionarios entonces. Pero, para mí, lo que subyace de un modo más patente, o al menos se me ha ocurrido esa posible lectura, es la violencia hacia la mujer, pura y dura, de raíces sexuales. La víctima y amante se burla del asesino y le reprocha su inepcia sexual. Me pregunto: ¿cuántas y cuántas muertes de mujeres, ahora, tienen el mismo móvil, el sexual, a partir de la consabida inferioridad del hombre en este aspecto en relación a la mujer? Los hombres, en general, nunca estaremos a la altura de ellas y eso no es fácil soportarlo en paz. Ah, y la película, una de las grandes, desde luego.