4 AGOSTO 2019

DIGRESIÓN TRES. Avatar. EE.UU. (2009). Guion y dirección: James Cameron. Música: James Horner; fotografía: Mauro Fiore. Intérpretes: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Michelle Rodríguez, Giovanni Ribisi. La primera vez que intenté ver esta película me dormí nada más empezar. No me sentí aludido por nada de lo que ocurría en la pantalla. Hace años ya. El otro día volví sobre mis pasos y me ocurrió todo lo contrario; me gustó mucho. La disfruté con ganas. Qué ha pasado en mi atribulado espíritu en este rato largo. No tengo ni idea. Pero, sinceramente, creo que nada en absoluto. Ya me gustaría ser un ente en permanente transformación. Bueno, el caso es que la película, desde el primer minuto, me remitió a una sucesión frenética de sorpresas plásticas, bellísimas, como es el bosque donde viven los Na’vi, los originales y guapísimos (por estilizados, atléticos y bellamente decorados) habitantes de Pandora. Además, el gran árbol, majestuoso e interminable. Los multicolores y temibles dragones voladores o tan solo pájaros grandes, leales como amorosas mascotas. Por si fuera poco la vorágine colorista e imaginativa, inconcebible de puro preciosismo, subyace una conmovedora historia de amor interplanetaria: un representante de la tierra, un buen chico, parapléjico, pero que continuamente se transforma en alienígena, y la princesa Na’vi, que lo es de un pueblo de buena gente, que solo se defienden de las agresiones interesadas de los terrícolas, salvajes e inhumanos. Para que no quedara ninguna sombra de duda de quién era quién y con quién debíamos ir los espectadores, los de Pandora eran ecologistas y religiosamente panteístas. Una interesante opción que a mí me hizo ir con ellos. Ganamos. Se daba la curiosa circunstancia de una cierta analogía entre la película y el libro que estaba leyendo sobre la conquista del continente americano por parte de los españoles. Lo que pasa es que, en este caso, yo voy con los invasores, porque mi gente de entonces no era tan mala como los que atacan Pandora. Espléndida, trepidante, original y bellísima película. La fotografía de hoy está realizada en el escenario donde se rodó la película, Zhangjiajie (China).