14 AGOSTO 2019

DIECIOCHO DE JUNIO (martes): campo y campo III. Continuamos nuestro itinerario del día por caminos y campos de trigo segados. Llegamos a Huecas, pequeño pueblo de la estepa del entorno de Torrijos. Paramos en un campo que me pareció el adecuado para desplegar el montaje fotográfico: trípode, cámara grande y pequeña (incluso la digital de Naty), caballete y tres pequeños cuadros pintados por Masao Shimono. Quería componer una fotografía sencilla, nada compleja (parecida a obras de Rene Magritte: La condición humana (1935); Los valores personales (1952); Les Promenades d’Euclides (1955), entre otros), en la que en el mismo cuadro se integrase en la composición. No obstante, mi intención no era emular o parafrasear a Magritte y a otros pintores que han trabajado la idea, sino crear mi propias imágenes por el mero gusto de hacerlas y también, sin duda, homenajear, o simplemente recordar, a mi amigo Masao. Después, continuamos por caminos estrechos de firme muy accidentado. Volví a parar y desplegar el montaje. No se veía a nadie por ningún lado: estábamos solos con lo nuestro (Charlie persiguiendo quimeras en forma de conejos y yo de las otras, que no sabría definir) y eso era bueno para nosotros. Se dio la circunstancia imprevista de que se levantó aire y derribaba, una y otra vez, el endeble caballete que llevaba. Me temo que el trabajo de la mañana no fue óptimo y quizá tenga que repetir la experiencia pero eso tendrá que ser el año que viene. Estuvimos recorriendo caminos y montando imágenes hasta las dos del mediodía, cuando ya el calor era una circunstancia sumamente molesta…