DIGRESIÓN CINCO. Mi querida señorita. España (1971). Guion: Jaime de Armiñan y José Luis Borau. Dirección: Jaime de Armiñan. Fotografía: Luis Cuadrado. Intérpretes: José Luis López Vázquez, Julieta Serrano, Antonio Ferrandis, Enrique Ávila, Lola Gaos, Chus Lampreave. Excelente guion (contaba con la coparticipación del maestro Borau), estupendamente contado e interpretado. Película rompedora, como algunas más de esa prodigiosa década (los setenta) del cine español, especialmente prolífica e interesante, sobre todo porque aportaron originalidad, personalidad y creatividad sin complejos, incluyendo ciertas claves culturales esenciales que tanto decían de nuestro reciente pasado (el cine de aquella época fue todo un tratado sociológico, imprescindible para entender nuestra sociedad del momento). Ambientada en una ciudad de provincia; escenario idóneo y perfecto para mostrar un destilado de las rancias esencias culturales, siniestros y embusteros valores religiosos, aberrantes vicios sociales y monstruosas deformaciones políticas propias de treinta años de férrea e insoportable dictadura. Pero, a pesar de tan desfavorables condiciones, gentes de talento, como los creadores de esta maravillosa película, o Saura, o Víctor Erice, o Azcona, o Bardem, o Fernán Gómez, o Berlanga, o Buñuel, o tantos otros, fueron capaces de contar potentes historias que a mí me emocionan y que sigo considerando las más propias y cercanas a mi mirada, a mi cultura y a mi mundo. Armiñan y Borau cuentan una sublime historia de amor, distinta, insólita, comprensible y asumible. Es un relato ejemplar que habla de que en cualquier situación, escenario o circunstancia, puede haber buenas gentes que te reconcilian con la idea de que quizá no todo sea tan malo (que lo es, maldita sea), que es el amor, y poco más, lo que puede ayudarnos a vivir. Algún listo (los hay a millones), podría decir que es una película a la que le ha arrollado el tiempo, sin embargo yo digo que no, que ni mucho menos, que puede ser de ayer mismo porque habla de intensos sentimientos y sufrimientos , de los que no acabarán nunca, a no ser que perdamos nuestra condición de seres humanos. Por último, decir que, como siempre, López Vázquez está irreprochable, superior; siempre elevó sus personajes a la categoría de memorables.
5 DICIEMBRE 2019
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