VIAJE A MÉXICO, Julio 2019
México DF:
sábado trece, a mediodía.
En el viaje de vuelta al centro, Miguel Hipólito continuó contándonos cosas de México, especialmente de la ciudad y de lo complicados y tormentosos que resultaban los desplazamientos, máxime si por razones de trabajo había que desplazarse a puntos alejados y combinar varios medios. Al menos, trenes, metro y autobuses eran eficientes y baratos, según nos dijo.
También de lo mucho que comen los mexicanos, a todas horas, según comentó con cierta sorna.
Nos dejó en las inmediaciones del hotel a las doce y media. Nos recomendó un restaurante popular en el que servían buena comida a precio razonable.
Después de caminar durante media hora dimos con él, se llamaba casa Toño y había que obtener número y esperar turno en una fila en la calle.
Afortunadamente solo teníamos tres familias o grupos por delante.
El comedor, grande y con pequeñas mesas, estaba repleto de gente.
Tomamos pozole (sopa), muy sabrosa, carne envuelta en fajitas y una especie de tostas recubiertas de queso fundido y vinagreta, todo ello sazonado con salsas picantes.
Comimos demasiado. Nos costó en torno a 400 pesos (20 €), incluidas tres cervezas…