10 FEBRERO 2020

DIGRESIÓN TRES. Prostitución, de Albert Boronat y Andrés Lima. Dirección: Andrés Lima. Intérpretes: Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste. Música en directo: Lucía Juárez. Testimonios: Ana María, Lucía, Isabela, Alexa, Lukas y la Sra. Rius. Teatro Español, Madrid, veinticinco de enero de dos mil veinte.
Las intérpretes lo devoran todo: el texto dramático, la producción, la realidad social, las penosas circunstancias laborales de todas aquellas personas que ejercen la prostitución (ellas y ellos), salvo la música (interpretación en directo) en la que Lucía Juárez está inspirada y pletórica. Creo que se debería extender la creación e interpretación de bandas musicales en directo en las obras. Ganaríamos todos: los espectáculos, los músicos y los espectadores. Lima y Boronat han hecho un magnífico trabajo de campo: entrevistas y testimonios que reelaboran con lucidez, honestidad y tremendo talento creativo en una especie de cabaret documental. Salvo un pequeño y absurdo deslizamiento ideológico, como afirmar que las mujeres casadas, de algún modo, ejercen un tipo de prostitución por plegarse y sostener el régimen patriarcal imperante. Afirmación con carácter retroactivo, naturalmente (ahora las cosas no son así, afortunadamente). Los autores optan por una estructura de microrrelatos, testimonios y ficciones de las protagonistas, que encarnan los muy diversos personajes posibles y reales del mundo de la prostitución: desde el travestido a las violadas que devienen en prostitutas o a las que lo son por circunstancias lamentables o a los chaperos. Todos ellos perfilados con una verosimilitud y textura dramática sobrecogedora, pero sin desdeñar el sentido del humor y eso es tremendamente importante.  El equipo dramatúrgico (autores e intérpretes), consiguen traer a un primerísimo plano unas circunstancias laborables penosísimas por injustas y hacerlo con una textura emocional y teatral que en varios momentos arrancó ovaciones sentidas del público. No voy a entrar en esta reseña para mi recuerdo en valoraciones históricas, sociológicas, éticas, políticas y filosóficas sobre la prostitución (haría falta un libro y ese seguro que ya está escrito), pero sí afirmar, categóricamente, que fue una gran representación teatral, plena de textura dramática, contenido y dinamismo escenográfico. Y, sobre todo, resaltar que el texto de la obra no habría alcanzado la grandeza que tiene si no hubiera sido dicho e interpretado por Machi, Poza y Yuste, en todo momento insuperables, sin olvidar la grandísima actuación musical de Lucía Juárez que además interpreta un pequeño papel de chapero. Cerrada ovación nuestra y de todos los asistentes, puestos en pie al final. Como debe ser cuando hay que homenajear un gran trabajo.