1 MARZO 2020

DIGRESION UNA (1). Salvajes de una nueva época, de Carlos Granés. (2019). Penguin Random House. (2019). Ensayo de ultimísima actualidad sobre la evolución de los mecanismos y estrategias de poder político y movimientos comunitarios, devenidos al calor de las nuevas tecnologías y redes sociales; o sobre la incidencia del arte y la estética en los comportamientos políticos. Nuevos modos de crear corrientes de opinión con el propósito de intervenir conciencias y voluntades. Granés se muestra revelador y lúcido y nos remite a los abismos que se nos pueden abrir bajo los pies a poco que relajemos un básico sentido crítico. La obra está estructurada en dos partes: “El salvaje se hace capitalista”, donde, a grandes rasgos, analiza la imbricación y transformación del arte como instrumento de ideologización, y “El civilizado se hace salvaje”, o cómo la irresistible atracción por lo exótico y salvaje penetra en las conciencias, y sirve de vehículo para la transformación de determinadas pautas arquetípicas en la gestión de intereses políticos; o dicho de otro modo, cómo, en España por ejemplo, los viejos nuevos politólogos (Podemos) importan radicalismos y populismos. En la primera década del siglo XXI se repartieron el territorio latinoamericano, para realizar un trabajo de campo: Iglesias, México (Zapatistas), Monedero, Venezuela (Chavismo), Errejón, Bolivia (Morales o el triunfo del Cocalero). Luego, quizá, hicieron una puesta en común y perpetraron estrategias para colocarnos el engendro que los iletrados e ingenuos españoles estamos comprando sumisamente. Poco a poco, adueñándose de medios como la televisión, han conseguido intervenir en las conciencias con éxito (un espectacular aumento del respaldo electoral como nunca se había visto en la izquierda radical en España, salvo en la época del frente popular del siglo pasado). Por último, en esta segunda parte, finaliza con un certero análisis del nacionalismo, y más concretamente del catalán… “Ni bienales ni grandes exposiciones de temporada, el verdadero arte político lo hemos visto en la calles de Cataluña”.