9 MARZO 2020

DIGRESIÓN OCHO. Memoir of a Murderer (Memorias de un asesino). Corea del Sur (2017). Guion: Hwang Jo-yoon (Novela: Young-ha Kim). Dirección: Won Shin-yun. Intérpretes: Sul Kyoung-gu, Nam-gil Kim.
Últimamente, los fines de semana descanso absolutamente; no hago nada de nada. Durante los últimos años, y antes, salíamos por la noche hasta altas horas; ahora la edad nos ha pasado por encima, especialmente a mí, y ya no tengo ni energías ni deseos de hacer nada de aquello. Sin darte cuenta el cuerpo pierde recursos y ganas, sobre todo socialmente. Toca dejar pasar la noche en sus horas de vigilia viendo algo en la pantalla doméstica que, en nuestro caso, suele ser cine, siempre cine (hay muchísima oferta). Ayer fue Parásitos y hoy, siguiendo con el ciclo de espléndido cine coreano, ha tocado Memorias de un asesino, de Won Shin-yun, del que nada sabíamos porque nunca hemos visto ninguna de sus películas. Se trata de una obra de suspense mayor, con un guion pleno de complejidades narrativas e insondables profundidades psicológicas que te mantiene en una tensión creciente y envolvente. Hay dos aspectos nucleares en la concepción de la historia, a saber: el alzhéimer, devastadora enfermedad de infinitas resonancias filosóficas y existenciales (nada somos sin la memoria que nos configura y perfila en el mundo); y el sentido, también filosófico y moral, de optar por matar con causa o sin ella. Ambas reflexiones son el telón de fondo de un desarrollo narrativo intensísimo y unas interpretaciones monumentales, especialmente la de Sul Kyoung-gu que realiza una sublime y sobrecogedora recreación de un hombre escindido y atormentado (hacía mucho tiempo que no veía un trabajo interpretativo tan complejo y perfecto). Podría intentar adentrarme en reflexiones sobre el quebranto que supone la pérdida de memoria y sobre la omnipotencia que debe suponer apropiarte y destruir la vida de los demás, pero no lo haré porque seguro que ya está escrito y porque yo, los fines de semana, no hago nada de nada y hoy es domingo. Ah, y como posdata añadiré que, a pesar del arrasador y merecidísimo éxito de la película que tocó el viernes (Parásitos), ésta, la del sábado, tan distinta,, es considerablemente mejor.