CRONICA DE UN DÍA FELIZ (ya era peligroso) EN DIEZ CAPÍTULOS
Veintinueve de Febrero de Dos mil veinte (7)
No obstante, la dicotomía está presente en el debate actual sobre la idea de una cultura aferrada a códigos y formatos tradicionales y las posiciones conceptuales más ligeras de la posmodernidad: “Su intención es divertir y dar placer, posibilitar una evasión fácil y accesible para todos, sin necesidad de formación alguna, sin referentes culturales concretos y eruditos. Lo que inventan las industrias culturales no es más que una cultura transformada en artículos de consumo de masas”. Gilles Lipovetski y Jean Serroy.
Por mi parte, dado que me he quedado descolgado de todas las carreras (en las que ni siquiera he participado), me viene bien una consecuente actitud escéptica y distante y, por lo tanto, como hombre que ya no espera nada de nada y de nadie, me entregaré a la disipación y el entretenimiento (veremos a ver si lo consigo).
Es la era de la descreencia, y el Arte Contemporáneo la representa formidablemente.
A pesar de que la edición de este año ha resultado un tanto aburrida, reiterativa, previsible, me lo pasé estupendamente con obras que me gustaron mucho aunque no las fotografié, sobre todo fotográficas: unas composiciones en pequeños escenarios con objetos antiguos en disposiciones enigmáticas, soberbiamente realizadas técnicamente.
También con las obras realizadas por el Dream Team de la fotografía española, doce elegidos (siempre son los mismos, quizá porque no haya otros, no lo sé): una muestra especial titulada Doce fotógrafos en el Museo del Prado. Igualmente me gustaron mucho una serie de retratos en gran formato y de técnica asombrosamente depurada y algunas cositas más…
PS. Última hora del Coronavirus en el mundo: Creo que poco más se puede decir sobre la plaga. A partir de ahora la situación solo irá a mejor y mejor. Los contagiados descenderán y los hospitalizados y los muertos. La epidemia desaparecerá rápidamente, tal y como llegó, y todo volverá a ser igual que antes. A partir de ese momento solo quedará el restablecimiento de la economía, no será fácil, pero será. Estas afirmaciones tan esperanzadas no están fundamentadas por una súbita degradación de mi patrimonio existencial y manera de ser, no, ni mucho menos, es tan solo porque soy de la opinión de que la existencia de los humanos en el planeta tiende a regenerarse inconteniblemente. Siempre lo ha hecho. Hemos sobrevivido durante millones de años (no muchos) a todo tipo de catástrofes naturales, pandemias, guerras y religiones. Aquí seguimos y seguiremos durante mucho tiempo más. Seguro. Para una pandemia como la que sufrimos ahora seguro que lo seres humanos encontrarán antídotos pronto. Las peores amenazas vendrán desde otros frentes: la contaminación, la superpoblación, la falta de recursos o la propia estupidez de los seres humanos. Sí, eso será lo peor.