4 MAYO 2020

Crónica de la Gestación de una Radical Mutación en Mi Vida, o como la Gama de Grises se Metamorfosea en Rabioso Tecnicolor (II)
Súbitamente, como si fuera la segunda parte de la anunciación de hacía días (aunque se me ocurrió a mí solito quizá fuera por interacción sobrenatural), pensé que la mejor solución, y sobre todo la más espectacular y contundente estéticamente, sería hacer una sola toma en color y luego añadir variantes cromáticas digitalmente, sin moverme de mi cheslong.
Previsualizaba la imagen como un desahogado plagio Pop (Warhol, por ejemplo, y las latas de sopa Campbell pero en patas de gallina, más acorde como mi condición campestre).
Me animé mucho con la ocurrencia plagiaria. Entonces, me paralicé aterrado porque caí en la cuenta de que yo no hago fotografía en color, ni digital, ni nada
¡¡¡Qué decepción!!! Por Dios.
Se me cayó la idea y me disgusté. Volví al estado de desmotivación catatónica.
La sosa anunciación de hacía un tiempo no había surtido efecto. Bien es verdad que la inspiradora vocecita vino a decir que era yo el que tenía que encontrar el caminito.
Mientras, la previsualización de la composición artística (con ayuda de Mercadona) no paraba de crecer en mi cabeza.
A veces, cuando pienso en una imagen y me obsesiono con ella suelo hacer cosas inverosímiles para conseguirla. Otras veces no, no hago nada y me olvido. Pero ésta era de las de quedarse.
Un tiempo después, súbitamente y sin intervención arcangélica, irrumpió en mi espíritu con voz alta y clara una satánica solución: -Tío, pásate al soporte digital y deja de marearte con tanta “pureza” de mierda-.
Sí, eso me ocurrió. De pronto, y yo solito, vi a Dios (o a Satán). Milagrosa experiencia.
Alborozado por la buena nueva, conté a Naty la revelación. Ella, lúcida como siempre, me dijo: -haz caso y sigue a la voz que ha nacido dentro de ti y no te preocupes por ser un converso o un apostata, al fin y al cabo, tus hasta ahora Dioses, tampoco te han favorecido especialmente-.
Tiene  razón, pensé.
Pero claro, ese salto al vacío, a otra dimensión, o más bien a otro mundo, suponía un esfuerzo titánico para alguien tan cansado como yo…
Foto 2: Deconstrucción de una escalera por la combinación degradante del tiempo y las termitas (como si de una analogía metafórica sobre el soporte fotográfico analógico se tratara)