4 JUNIO 2020

© 2007 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2007
Localizacion
Amarillo (Texas, EE.UU)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 400
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2020-06-04
Referencia
4730

DIGRESIÓN UNA. América, de Manuel Vilas (2015) Editorial Círculo de Tiza (2016).
“El fracaso no existe”. MV
Él piensa, a propósito de América, que allí el fracaso no existe. Eso dice en el prólogo Manuel Vilas. Yo, sin embargo, creo que Sí. Es más, creo que lo que no existe es el éxito. Es el último libro que he leído de este autor. Sigue gustándome mucho cómo escribe este hombre. Llevo varias obras leídas y todavía no me he cansado de su manera de mirar el mundo, que a veces parece que lo haga cansadamente, aunque siempre vitalmente y con un lúcido y acerado sentido del humor. Además, por contaminación mitómana, también me ha dado por su familia, porque el anterior libro que leí fue el de su pareja: Ana Merino, El mapa de los afectos (creo que si lo supieran me tendrían que denunciar por acoso). Me pregunto: ¿Qué es ser buen escritor? No me contesto, o sí, o tal vez a medias: el intérprete de una determinada realidad sospechosa, vista o imaginada, con palabras inesperadas, sorprendentes y bellas. No me importaría escribir como él, pero claro, entonces dejaría de ser quien soy. Uno no puede ser otro sin perderse. Sería causa clara de enloquecimiento o de mera estupidez.
Vilas cuenta las impresiones de su recorrido, de norte a sur del país, a través de varias ciudades emblemáticas y, además, como es un poeta reputado, ofrecía recitales en las universidades de esas ciudades. No sé si la razón principal fue el ejercicio turístico o el poético. He visitado Estados Unidos varias veces, eso sí, como mero turista: viajes en plan roads movies largas, salpicadas de moteles, uno por cada noche; también he visitado durante días ciudades emblemáticas de la cultura americana como Chicago, Nueva York, Los Ángeles, Nueva Orleans, Las Vegas, Washington o Miami. Pero yo no he visto nada en especial que me inspirara palabras inesperadas, sorprendentes y bellas. No, no señor. Nada que mereciera la pena contar, aunque algunos apuntes he recogido en este diario, pero ni siquiera me acuerdo porque debían ser profundamente simples y aburridos. Claro, que yo no iba buscando palabras sino fotografías. Tampoco las fotografías que obtuve fueron memorables (algunas sí, un poquito). Él escribe sobre su deambular por Estados Unidos con soltura y gracia. Lo que dice sobre lo que ve siempre está conectado consigo mismo y sus múltiples saberes, experiencias y referentes culturales. por ejemplo, las acertadas digresiones sobre Warhol, el arte Pop o Jeff Koons. Un gusto. Claro, me pregunto: ¿Es posible disfrutar en profundidad de lo que ves en los viajes sin conectarlo a otras cosas y saberes, sin establecer inteligentes, sutiles y oportunas asociaciones? Creo que no. Lecturas transversales, se podrían llamar ahora. Yo no lo consigo. Sin embargo, Vilas sí, sobradamente. Cuanto más sabes, más disfrutas porque más interrelaciones consigues establecer y más sentido alcanza todo. ¿Y si no sabes o sabes poco? Pues disfrutas mucho menos, apenas. En definitiva, si no te has ocupado de saber, probablemente te dará igual apurar la experiencia viajera y entonces, consecuentemente, dará absolutamente lo mismo que viajes o no. Todo tiene que ver con todo. Me parece. Mi cultura no me alcanza para disfrutar de todo lo que miro y a veces veo en los viajes, pero sí anhelo conseguirlo, por eso mi empeño en seguir y seguir intentándolo. Es la razón de que lea libros tan inspiradores como éste.

Pepe Fuentes ·