DIARIO DE ENVEJECIMIENTO DIEZ, del veintiocho de junio de dos mil veinte (10:20 A.M.)
…Dije hace un rato (diario de ayer), que la idea de salud es relativa: no solo de dolores físicos vive el enfermo. Por ejemplo, yo podría haber sido un perfecto candidato para un internamiento crónico en un centro de tratamiento de discapacidades, apartado intelectual y emocional (capacidades diferentes, lo llaman ahora). Tuve suerte de no haber ido a un colegio caro porque me habrían derivado hacia el confinamiento como consecuencia de un test o de que me miraran fijamente (como ahora con el Covi19 en los aeropuertos). En resumen, que no fui evaluado en el momento oportuno y me salvé por los pelos de la eterna incapacitación. Cambiando de tema: ayer hablé largo por teléfono con un amigo de asuntos que ya he olvidado (siempre son los amigos los que hablan porque yo no sé qué decir, así que solo escucho). Hay gente que tiene muchos amigos. A mí siempre me impresiona mucho cuando alguien afirma: -tengo muchos amigos-. Me parece sobrenatural o sencillamente mentira, aunque puede ser verdad porque lo sobrenatural existe, como que a mí no me pillaran las discapacidades cuando era niño. Bien, una vez introducido el asunto, creo que el número de amigos evoluciona y está directamente relacionado con el envejecimiento. Sí, eso me parece. Inversamente proporcional: a más años, menos amigos…
12 JULIO 2020
© pepe fuentes