DIARIO DE LAS OTRAS COSAS 3: me fui de aquel lugar caminando deprisa, corriendo casi, sin volver la vista atrás.
Jueves, veintisiete de Agosto.
…Después, rodeé la nave vacía y me fui asomando a dependencias adosadas donde había restos de aperos y gomas podridas de riego. En esas cochambres ya había fotografiado con mis viejas Mamiyas hacía bastantes años. Nunca me encontré con nadie en el momento de fotografiar, sin embargo, algunas veces apareció alguien (como por ensalmo) cuando ya me alejaba, gritándome desde lejos e instándome a que abandonara el lugar. Siempre supuse que eran personas que tenían derecho de propiedad sobre la finca, a pesar de que en ninguna parte había cartel alguno de prohibición, o impedimento físico que entorpeciera el acceso. Por lo que yo, impresionado por la súbita, inesperada y fantasmagórica aparición, me marchaba sin rechistar. Al cabo de dos o tres años, cuando imaginaba que los espectrales habitantes se habrían marchado dado que las construcciones parecían absolutamente inhabitables, regresaba a fotografiar, y me volvía a pasar lo mismo. Así hasta tres veces a lo largo del tiempo. En la parte trasera del hangar hice esta otra fotografía con la pared en sombra. Por la tarde, iluminada por el sol, sería más brillante, me dije, pero no iba a volver en un tiempo, así que me di por satisfecho con ésta…
17 SEPTIEMBRE 2020
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