DIARIO DE REVELADO (digital) VEINTICINCO, del treinta de octubre de dos mil veinte (viernes).
Ahora, en arte contemporáneo no hay obra que valga sin concepto de apoyo y, sobre todo, de respuesta acogedora y generosa del mercado (sin su refrendo todos somos invisibles), o si no que se lo digan a la famosa Marina Abramovic, especialista en conceptuar exitosamente la trivialidad. El silencio no es suficiente, por muy artístico que sea: si quieres trascender los límites de tu ensimismamiento, ahora, ante la inmensa proliferación de imágenes, no queda otra que filtrarlas filosóficamente. En realidad, siempre ha sido así; todos los grandes y medianos artistas de obras que han traspasado el tiempo elaboraron un cuerpo teórico, filosófico, y conceptual, que acompaña a su trabajo. En fotografía no han proliferado tanto los artistas-filósofos, salvo algunas estimables excepciones como Man Ray, Brassaï, Álvarez Bravo, Wynn Bullock, Minor White, Edward Weston, Duane Michals, Cartier Bresson… También algunos de por aquí, por ejemplo, Jorge Rueda, García Alix, Fontcuberta y algunos otros… No obstante, el arte fotográfico analógico se me antojaba más expresivo, quizá porque la época lo facilitaba, por ejemplo, una fotografía de Robert Mapplethorpe hablaba por sí misma; ahora ya no es posible porque hay mil que ofrecen imágenes parecidas. ¡¡¡Ahora estamos en la posmodernidad fotográfica, imbécil!!!…
La fotografía (de las series de animales en la India): Vaca sabia e indolente, en Jodhpur, indiferente hacia cualquier concepto o especulación sobre la modernidad o postmodernidad fotográfica (a veces envidio la displicente sabiduría de los animales).
10 NOVIEMBRE 2020
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