DIGRESIÓN DOS. Detour (El desvío). EE.UU. (1945). Guion: Martin Golsmith. Dirección: Edgar G. Ulmer. Fotografía: Benjamin H. Kline. Intérpretes: Tom Neal, Ann Savage, Claudia Drake, Edmund MacDonald.
No tenía previsto escribir sobre esta película pero, a medida que la veía, mi interés creció exponencialmente. Nada más empezar a verla le dije a Naty, –esta película es muy buena-. Diez minutos después estaba entusiasmado. Al final, quedé asombrado por cómo una película, concebida y creada como serie B, puede alcanzar la categoría de obra maestra. Para mí lo es, sin duda. Un blanco y negro intensísimo, una tensión en el desarrollo siempre in crescendo, tan solo dos personajes principales y dos secundarios, un coche, la carretera, una habitación de hotel y un bar. Martin Golsmith, como autor de la novela y posterior guion, y Edgar G. Ulmer, como director, solo necesitaron diez días de rodaje y sesenta y siete minutos de metraje para contar una historia seca, dura, emocionante y desoladora. A medida que la historia avanza te preguntas cómo es posible que se dé una concatenación de hechos fortuitos y aciagos tan verosímiles. Diálogos escuetos, inteligentes, cortantes y peligrosos. Ambos protagonistas: Tom Neal y Ann Savage, realizan unas interpretaciones soberbias, eléctricas, creíbles. La historia está atravesada, de principio a fin, por una funesta y venenosa predestinación a partir de una sola decisión, aparentemente natural, que arrastra como un torrente a las demás en un brevísimo periodo de tiempo. Inquietante. Plena de tensión dramática.
7 FEBRERO 2021
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