1 MARZO 2021

LOS MICROVIAJES: Oreja (1)
Jueves, dieciocho de febrero de dos mil veintiuno.
Ayer, pasé un día -valle- sin saber por qué.
Hoy, me he levantado igual, deprimido. Me he subido a duras penas al propósito que teníamos de irnos a dar una vuelta por el campo.
No sabía dónde ir. Se me ha ocurrido, a la desesperada, como me suele suceder en estos casos, que podíamos acercarnos a Oreja, un pequeño pueblo abandonado en 1959 y un castillo árabe milenario. En 2012 y 2014 fui varias veces a estas desoladas y tristes ruinas, a fotografiar. Pasaba horas allí, entre paredes derruidas y techos hundidos montando performances que se me iban ocurriendo sobre la marcha, como si yo fuera un tipo de imaginación portentosa (el mundo y yo sabemos que no es así). No obstante, en aquel tiempo pasaba por una época ocurrente.
La elección del sitio tuvo que ver con que me interesa comprobar cómo han cambiado los sitios en los que he fotografiado. Abandonados, la evolución siempre es desoladora, triste; se deterioran rápidamente.
Llegar hasta el enclave suponía cubrir diez o doce kilómetros por un dédalo de caminos terriblemente irregulares, con alto riesgo de quedarnos varados en las profundas grietas del suelo…
La fotografía: En el recorrido, azarosamente, me tropecé con algunas fotos que estaban allí, esperándome…