LOS MICROVIAJES: Entre Cuenca y Guadalajara (1)
Jueves, once de marzo de dos mil veintiuno.
Salimos a las nueve y cuarto hacia el Este, dirección Cuenca, con la idea de desviarnos hacia Huete, a 137 Km de nuestra casa y, desde allí, avanzar diez kilómetros, salirnos de la carretera y adentrarnos por un camino hasta llegar a Carrascosilla, un pueblo abandonado en un territorio de pequeñas colinas resecas y blanquecinas, campos de cultivo, y pequeños pinares que se despliegan en las orillas de un arroyo de apenas cauce. Llegamos sin contratiempos y, nada más encarar la calle que se adentraba en lo que fue el pueblo, me percaté de que ya había estado allí, en la primavera de hace siete años. Lo había olvidado por completo. Al comienzo de la calle, vimos un pequeño coche en la puerta de una casa baja de la que salía humo por la chimenea. Nos dijimos que el pueblo no estaba completamente abandonado. Avanzamos hasta el final de la calle: a la izquierda, en pendiente, una zona completamente en ruinas, con casas hundidas y montones de piedras de lo que fue el caserío y, a la derecha, algunas casas cerradas, naves semiderruidas y aperos agrícolas en uso. Este lado daba a pequeños huertos, una fuente y el arroyo. Dejamos el coche y recorrimos la zona alta. Al lado de lo que fue la iglesia, el cementerio, con tan solo cuatro tumbas. Se despobló completamente en los años sesenta y setenta. Tan solo hubo luz desde los años cuarenta a los sesenta, pero no agua (se suministraban de una fuente que hay junto al arroyo… (*)
La fotografía: Ruinas, como si el pueblo hubiera sido víctima de un terremoto o un bombardeo.
(*) Información obtenida del magnífico Blog de Faustino Calderón: Los pueblos deshabitados, que reúne exhaustivas y bien documentadas referencias, así como muy ilustrativas y pulcras fotografías de cientos de pueblos abandonados.
25 MARZO 2021
© pepe fuentes