EL MAPA DE LOS DÍAS
40. Sábado (20 de Marzo de 2021) I
Toda una semana, mañana y tarde, trasvasando mi documento de citas a un programa ofimático más racional y adecuado para gestionar tan voluminoso archivo. Una laboriosa pesadilla que consistía, esencialmente, en eliminar los “intro” de los textos ya que el programa Access no los interpreta convenientemente (menos mal que me ayudó Naty).
Salí de mi casa a la hora de los sábados. Me acerqué a una zona de construcciones agrícolas, en la vega de Tajo, donde últimamente voy con frecuencia. El viento era una circunstancia desagradable (no me gusta nada el aire soplando fuerte).
No pensaba nada en especial, como siempre. Bueno, quizá un poco sí, y era sobre lo que últimamente me está preocupando con más frecuencia de lo habitual: el sentido de lo que fotografío y escribo, dado que no hago otra cosa. Como no percibo ninguna estrella luminosa en la sima de oscuridad que es mi cabeza, me canso enseguida, me distraigo y dejo de pensar. Me falta, entre otras cosas, capacidad de concentración, lucidez y, sobre todo, inteligentes propósitos.
En el paseo llevaba la cámara, por si acaso…
La fotografía: Una casa que me llamó poderosamente la atención: quizá por la sencilla arquitectura rural de formas racionales; quizá por el pulcro y bien combinado colorido de las fachadas; quizá por el juego de luz y sombra, tan oportuno y proporcional; quizá, sencillamente, porque sí.