DIGRESIÓN NUEVE. Ginger e Fred. Italia (1985). Guion: Federico Fellini, Tonino Guerra, Tullio Pinelli. Dirección: Federico Fellini. Intérpretes: Giuletta Masina, Marcello Mastroniani, Franco Fabrizi, Friedrich von Lebedur, Salvatore Billa, Hermann Weiskopf, Gabriella Di Luzio, Moana Pozzi.
Película triste, nostálgica, emocionante y bellísima.
A una pareja de bailarines famosos en otro tiempo, que imitaban a Ginger Rogers y Fred Astaire, los contratan para que actúen en un programa bufo de variedades en televisión (pura basura). Acceden, sobre todo, porque quieren volver a verse después de treinta años. Una vez que se produjo la separación, ambos siguieron sus vidas, se casaron y construyeron sus propias familias. Ahora, en el ocaso de sus vidas, en la época en la que la memoria alcanza matices hiperrealistas y de una crueldad inmisericorde, tanto que hasta puede matar; se reúnen y parece que siente un cierto pesar por todo lo que pudo ser y no fue. Tan solo aquejados de una leve nostalgia, pero tranquilos, maduros y magníficos seres humanos. Una bella coda en la que habitan las texturas del lirismo y la melancolía. La puesta en escena de Fellini, como siempre, exuberante, matizada, con personajes irrepetibles (los compañeros de actuación de la pareja prodigiosa), hacia los que Fellini muestra una exquisita sensibilidad y respeto por lo que fueron y ya no son. Ambos protagonistas, delicados y dignos, con una Guiletta Masina entera y esplendida y un Marcello (divino Marcello), entrañable, cariñoso, sensible y torpe, ya muy torpe en el papel que saca adelante con su indudable talento. Me emocionó hasta casi las lágrimas.
13 AGOSTO 2021
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