EL MAPA DE LOS DÍAS
83. SÁBADO VI (4 de septiembre de 2021)
Cinco cincuenta y tres. Como Charlie sigue sin venir a verme (traidor), iré yo a buscarlo para irnos al campo, de noche. Me gusta llegar en plena noche y adivinar los senderos, casi a tientas.
Dejo de escribir porque me voy ahora mismo. Ya veré si sigo con la entrada cuando vuelva…
Ocho y once: he vuelto y desayunado, y ahora estoy frente a la pantalla y el teclado.
Una variación en relación con lo que tenía pensado: en vez de al campo hemos ido a la ciudad, en previsión de que una horda de sañudos cazadores asustara al bueno de Charlie.
Cedo a todo tipo de presiones y circunstancias y pierdo, siempre pierdo.
Hemos llegado al centro, a Zocodover, a las seis y media. Antes, hemos pasado por el Paseo del Miradero. Después, y siempre avanzado hacia abajo, desembocamos en la Catedral, giramos a la izquierda y luego a la derecha y continuamos por la Bajada del Barco, hasta la Plaza de la Bellota y un poco más adelante llegamos a la cornisa que circunvala nuestra minúscula ciudad, y desde ahí a la senda que bordea el desnivel hasta el río. Hemos regresado a nuestra casa bordeando el Castillo de San Servando y el Hospital Provincial.
Nada que decir, salvo que hasta el final del paseo avanzamos de noche y sin nadie en las calles. En mi estado de ánimo tampoco había nada; bueno, algo sí: vacío y sombras, como en las calles. También desolación y aburrimiento, como en las calles.
La Fotografía: Monasterio de las Benedictinas, más conocido como las Benitas. No tengo ni idea si hay alguien dentro de ese triste edificio, o tan solo está habitado por sombras. Tampoco me interesa especialmente saberlo.