17 OCTUBRE 2021

© 2017 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2017
Localizacion
Agra (India)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Fecha de diario
2021-10-17
Referencia
6535

DIGRESIÓN UNA (y II). Los vencejos, autor: Fernando Aramburu (2021). Editorial: Tusquets Editores, S.A. (2021) Ebook.
Aramburu crea una pandillita de antihéroes, de seres marginales y geniales, compuesta por Toni, protagonista absoluto y cuatro personajes más: Patachula, Águeda y dos perros, el Gordo y la Pepa. A estos cinco personajes, entrañables solo se les puede querer. Yo los he querido, a todos. Y, además, por la novela pululan las gentes normales, las que están en la calle, jodiendo todo el día a las buenas personas (mi célula de seres queridos, los personajes grandes de la novela). Los de fuera, los que hormiguean alrededor, son los malos: Amelia, la petulante y encanallada esposa; Nikita, el hijo desaprensivo por ser solo carne bruta, sin devastar; el padre de Toni, que solo habita malamente en la memoria; los padres y suegros, el hermano y cuñada, abominables, seres ahítos de asfixiante normalidad. En una órbita más lejana, los personajes episódicos que solo refuerzan la idea de que el mundo rebosa  de gentes secundarias desprovistas de alma y, lo que es mucho peor, de elegancia. Claro, enunciada así la trama quizá no parezca significativa, pero lo es absolutamente, ya que a los personajes singulares les cabe el mundo entero y la necesaria lucidez para entender donde radica la imposibilidad del bien vivir y, consecuentemente, el bien morir. La narración de los hechos (en formato de diario), va y viene, sin atender el tempo cronológico, porque no hace falta. El relato nos trae y nos lleva a golpe de emoción, decepción, frustración, rabia y mucho sentido del humor. Aramburu tiene oficio, imaginación y sobrada creatividad para hacer que su novela tenga un ritmo trepidante que te coge por las solapas y ya no te suelta. Una vez que comienzas la lectura ya no puedes parar porque te ha envenenado, porque también, amigos míos, es una gran novela y porque radiografía el signo de los tiempos, de nuestro tiempo, entre bromas y veras. Quizá, dejándome llevar por un explosivo entusiasmo de ahora mismo (terminé la novela ayer), diría que, si los tiempos no fueran tan estúpidos, esta obra estaría llamada a ser un referente literario de toda una época; de canon, vamos. Una obra mayor, para mí lo es, sin duda. Tan solo me veo obligado a poner una objeción, que no es menor, y no es otra que para que transcendiera en el tiempo, e inscribirse en la saga de los grandes relatos de perdedores, a Aramburu le tiembla el pulso al final, cede a un blando sentimentalismo y decide bajarse de pódium y la gloria. No tenía necesidad. Y ahora es cuando me reafirmo en lo que dije ayer: el autor está por debajo de la dimensión de su creación. Una lástima, pero, aun así, la novela es enorme, porque los seres humanos que se mueven en ella lo son. También los perros (el Gordo y, sobre todo, la Pepa) ¡¡¡qué sería de nosotros sin nuestros perros, que son los que verdaderamente nos dan la réplica más autentica y desinteresada!

Pepe Fuentes ·