DIARIO DE REVELADO
TREINTA Y CUATRO, del dos de febrero de dos mil veintidós.
“El acto de creación más genuino consiste en asignar sentido a las imágenes existentes”. Joan Fontcuberta
Este insigne ensayista está en lo cierto (de verdad, es muy bueno en eso). En cuanto a su obra fotográfica me parece bastante aburrida, sin trazas emocionales, lo que me enfría y decepciona. Su excesivo conceptualismo es su gloria y su condena. Además, es catalán y yo a esos, como a los chinos, no los entiendo bien. No obstante, eso no es óbice para reconocer que en la cita que precede a esta hemorragia de inconveniencias tenga toda la razón y más. Esta reflexión a vuela pluma me lleva de nuevo al fenómeno Instagram y me pregunto: los profusos e incontinentes autores que se expanden como un Big Bang icónico infinito en esa Red Social, saben hacia dónde van y para qué. La apreciación fácil, de fotógrafo lento y hasta rencoroso me haría afirmar que no, que hacen sus fotografías con espíritu cuantitativo y altamente productivo, sin mayores sutilezas. Parece que necesiten compulsivamente un calor impostado y de baja calidad, tan solo presente en gestos y ademanes superficiales, y solo eso. Pero no, no caeré en demagogias inverificables porque seguramente hacen lo que hacen con motivaciones estudiadas y serias. En muchos de ellos se aprecian constantes estéticas coherentes y elaboradas. A algunos los sigo con interés y gusto, tanto que me resulta difícil (no me da tiempo) absorber e interiorizar su pletórica obra y eso que yo solo miro, no quiero ni pensar el titánico esfuerzo que supone generar tanta obra en tan corto espacio de tiempo. Imposible para mí, a estas alturas, llegar a ese nivel de despliegue de energías creativas…
La Fotografía: Segunda de la serie -monitores- realizada la misma tarde y a una velocidad muy poco conceptual (reflexiva y teórica). Las sombras se me venían encima inmisericordemente y me vi obligado a subir los monitores arriba para que se vieran mejor. Hice la toma a contrarreloj, o, mejor dicho, contra el discurrir del sol y los planetas y el orden universal mismo. Instagram, voraz e insaciable esperaba la imagen para esa misma noche.