LOS DÍAS (18)
Viernes, trece de mayo de dos mil veintidós
Hace quince días, aproximadamente, Charlie tuvo un problema de una aparente obstrucción en la garganta o en el esófago (suponemos); ingirió gran cantidad de hierba para provocarse el vómito, cosa que sucedió, pero el problema no se solucionó y de vez en cuando daba arcadas emitiendo un ruido seco y profundo que daba miedo.
Mantuvimos contacto con el veterinario, pero los síntomas no parecían lo suficientemente alarmantes por lo que, aparte de un tratamiento ligero, no hicimos mucho más, aunque sí mantuvimos una atención constante. Paralelamente, o tal vez desde antes, Charlie ha adelgazado tres kilos y eso sí nos preocupaba mucho más.
Hoy, por la mañana, después de la primera comida ha vuelto a dar arcadas y ha expulsado una gota de sangre por la boca. Nada más ver la sangre en el suelo he contactado con la clínica y lo hemos llevado a media mañana. Le han sedado, reconocido la garganta (no endoscopia); le han hecho una radiografía y una ecografía; además de extraerle sangre para una analítica. En cuanto a las exploraciones, no han observado nada anormal. De la analítica nos han anticipado, dado un nivel bajo en glucosa y algún otro parámetro descompensado que podría ser un problema del páncreas o una enfermedad crónica y autoinmune llamada -la enfermedad de Addison- difícil de diagnosticar y de tratamiento de por vida. Confiamos que toda esta sintomatología quede en nada; tanto a Naty como a mí nos supone bastante preocupación y cualquier mala noticia sobre la salud de Charlie Brown sería un tremendo disgusto.
La Fotografía: La radiografía de Charlie, donde, en buena lógica tendría que estar alojado el cuerpo extraño, una espiga, por ejemplo, que le podría provocar las arcadas; pero no, no está, no aparece en la radiografía, luego hay que pensar que esa no es la causa. No sé. Independientemente de la indudable y esencial utilidad médica de las radiografías a mí siempre me han parecido de un altísimo valor plástico, o como mínimo fotográfico.