19 JUNIO 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
La Fresneda, Teruel (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2022-06-19
Referencia
9750

DIARIO DE VIAJE: A Teruel
Día 4.3 Jueves (19.05.2022)

… A media mañana dejé La Fresneda y me encaminé hacia Alcañiz (25 Km).
Aparqué cerca de la plaza de España. Visité la excolegiata de Santa María, de estilo barroco con su monumental fachada y medidas catedralicias. Impresionante el interior por su espacio y sus ciclópeas columnas.
Decidí ascender penosamente andando hasta el castillo de los calatravos, ahora parador nacional, para nada (no me interesan las instalaciones hoteleras). Llegué, di una vuelta por el exterior y decidí descender hasta la plaza España nuevamente. Me senté en unos soportales a tomar una cerveza y prestar un poco de atención a lo que sucedía a mi alrededor (actividad que siempre me parece curiosa y pocas veces interesante). Lo de siempre: algunos turistas escasamente atractivos, como yo; y un numeroso grupo de gente madura (hombres y mujeres) con sus cosas de poca monta (parecían del lugar) ¡qué aburrimiento, por Dios, ser y vivir en un lugar pequeño y además hacer vida social, allí, sin anestesia ni nada!!!
Me sentí bien en esa terraza. Aproveché para reservar habitación en Calatayud, donde tenía previsto dormir esa noche. Y, ¡voila! Nada menos que en el Mesón de La Dolores. Toda una leyenda urbana de Calatayud. Tuve suerte.
Poco antes de las doce decidí largarme a Belchite (70 Km) …
La Fotografía: Podría y debería colocar hoy una fotografía de Alcañiz (tengo alguna estimable de la excolegiata de Santa María), pero me parece más significativa e interesante la última que realicé en La Fresneda.
“Una cosa lamento: no saber lo que va a pasar. Abandonar el mundo en pleno movimiento, como en medio de un folletín. Yo creo que esta curiosidad por lo que suceda después de la muerte no existía antaño, o existía menos, en un mundo que no cambiaba apenas. Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría nada más. Con mis periódicos bajo el brazo, pálido, rozando las paredes, regresaría al cementerio y leería los desastres del mundo antes de volverme a dormir, satisfecho, en el refugio tranquilizador de la tumba”. Luis Buñuel

Pepe Fuentes ·