DIARIO DE VIAJE: A Teruel
Día 4.5 Jueves (19.05.2022)
… De Belchite a Fuendetodos (19 Km). Pasé, inadvertidamente, a la provincia de Zaragoza.
Me dirigí a la casa natal de Goya, que tenía el propósito de visitar. Primero me dirigí al museo (grabados de Goya) y luego a la casa natal y una exposición temporal. Ambos lugares en la misma calle, a unos trescientos metros el uno del otro.
Me gustó mucho la casa, que se mantiene con las características típicas de las construcciones rurales de la época, siglo XVIII.
En cuanto a los aspectos artísticos de esa visita, nada especialmente reseñable porque los grabados de Goya son sobradamente conocidos, y en cuanto a la exposición colectiva que homenajeaban a la obra del maestro, tampoco recuerdo nada que me impactara especialmente. Había algunas obras de interés, pero quizá no era el mejor momento para que yo lo pudiera apreciar (plena hora de calor y siesta).
Sin embargo, si me gustó mucho la parada porque para mí, Goya, casi sin duda, es el pintor más insigne de nuestra historia y, luego, tal vez, en el mismo plano y a la misma altura de talento y cada uno en su estilo y época: Velázquez y Picasso; y de los contemporáneos: Miquel Barceló. No, no se puede decir que sea muy original, pero no doy más de mí. Tampoco Goya lo fue, aunque lucidez le sobraba, cuando dijo: “Velázquez es una de las tres mayores influencias de mi arte. Las otras dos son la naturaleza y Rembrandt”. Francisco de Goya; porque claro, son millones de artistas a lo largo de la historia, pero esenciales, muy pocos. Así es la vida, el género humano y el talento creativo, desgarradoramente selectivo.
De Fuendetodos hasta Calatayud (77 Km). Llegué en torno a las seis. Tomé la habitación reservada, no sin antes apreciar la arquitectura del mesón, la disposición de los espacios y la decoración. Hospedería con mucho sabor popular, cuidada y con gran criterio decorativo. Me encantó. También la habitación, que además tenía una estupenda relación precio calidad (40 €).
Después, di un largo paseo por el centro de Calatayud. No fotografié. A las nueve volví al mesón y me senté en la terraza al aire libre que había frente a la puerta. Observé a los clientes, todos de la ciudad. Mediana edad, mucho dinamismo e interactuaciones entre algunos de ellos. Todos los clientes parecían bastante encantados con sus vidas, simpáticos y extremadamente joviales, a pesar de que no eran jóvenes. Algunos, por lo que decían parecían políticos de profesión (esas gentes, lo que mejor saben hacer es socializar, y algunos solo eso). Pedí unos pinchos típicos del Mesón, pero me equivoqué, no me gustaron. A las diez me retiré a mi habitación. Charlé un buen rato con Carmen, como todas las noches. Dormí bien, también como todas las noches…
La Fotografía: Casa natal de Goya, propiedad de la familia de su madre, según me contó la encargada de enseñarla. No obstante, Goya solo vivió en esta casa sus primeros cuatro o cinco años; después, la familia se trasladó a Zaragoza.