DIARIO DE VIAJE: A Teruel
Día 5.2 Viernes (20.05.2022)
… Luego, visité el Monasterio; parte de él se encontraba en ruinas dado qué no lo habían restaurado y esa devastación eran la misma en la que quedó después de la revolución de 1840. Sumamente interesantes, era de agradecer que las hubieran mantenido y respetado. Fotografié, cómo no.
De ahí me dirigí hacia Medinaceli, pero en el camino divisé un pueblo arcilloso (me apasiona el tono y textura de ese material de construcción), con un castillo y una iglesia encaramados a una colina. Cuando diviso esos enclaves no lo dudo, me salgo de la ruta y me acerco. El pueblo se desplegaba, pequeño, en un suave declive que comenzaba en el promontorio donde los remotos antepasados monrealeros (el pueblo se llamaba Monreal de Ariza), habían subido el castillo de siempre y la iglesia de entonces. No pude entrar ni en uno ni en la otra porque estaba vallado el perímetro…
La cita prometida: “En alguna parte entre el azar y el misterio, se desliza la imaginación, libertad total del hombre”. Luis Buñuel
La Fotografía: Castillo de Monreal de Ariza, restaurado, cálido y espléndido en su cromatismo. He enfatizado el tono y contraste por ser un día especialmente luminoso, tanto como mi viaje, que tocaba a su fin y que me había resultado tan provechoso y gozoso.