15 JULIO 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 1600
Fecha de diario
2022-07-15
Referencia
1041

LAS SOLEMNIDADES XII
Jueves,16 de junio de 2022. Toledo. Ciudad Imperial.
(parcialmente nublado, pero caluroso)
… Llegan los hombres, no, no es que el desfile este rígidamente compartimentado,
no, simplemente, que en el comienzo predominan mujeres y niños;
y luego, de la mitad en adelante, los hombres; pero todos están conveniente y pulcramente mezclados.
A este hombre, el de la foto, le conozco de nada.
Llevo viéndole muchos años por la ciudad y todos en los que presencio la procesión, desfilar.
Parece un hombre sólido, estable, con las ideas claras y su fe a prueba de bomba atómica o cataclismo mundial.
Es lo que tiene la fe y las firmes creencias, que otorgan una pátina de fiereza crédula verdaderamente impresionante.
Si no recuerdo mal, pertenece a una agrupación de creyentes que practican la adoración nocturna (no sé del formato),
pero sí que se agrupan bajo este lema o ideario: “Adorado sea el Santísimo Sacramento. Ave María Purísima”
(y ya está, sencillo y complicado al mismo tiempo).
El sacramento es la hostia, es decir, el poderoso símbolo y piedra angular de la religión católica
(algo así como la Kaaba, donde los musulmanes guardan el meteorito sagrado ¡qué cosas tenemos los humanos!).
Esta organización, procedente de Francia, se estableció en la ciudad en 1899.
A estas alturas me siento un poco sofocado por tantas ficticias y fieras certezas (y voy por la mitad del relato),
así que, para oxigenar un poco estas páginas y yo mismo,
incluiré una cita de alguien hacia el que siento la más cercana afinidad en cuanto a planteamientos existenciales
(también goza de mis máximas simpatías como autor y como persona):
“No soy católico, no soy marxista, no soy nada, solo un cuerpo con los días contados como todo el mundo.
Creo en unas pocas cosas que me dan gusto y que son cotidianas y visibles. Creo en cosas como el agua y la luz.
Creo en la amistad de mi único amigo y en los vencejos que, pese al aire contaminado y el ruido,
vuelven todos los años a la ciudad, aunque sospecho que cada vez hay menos”. Los Vencejos,
Fernando Aramburu

Pepe Fuentes ·