DIARIO DE VIAJE: Al Noreste
Día 3.2 Jueves (05.10.2022)
… El grupo de turistas, todos viejos, lo formábamos en torno a cincuenta personas. Nuestra guía, de aspecto agradable, guapa incluso, era una mujer muy desenvuelta que manejaba con solvencia un amplio caudal de información. No obstante, me distraje de sus explicaciones con frecuencia. No suelo prestar demasiada atención a los guías que me imponen a veces porque sé que sus explicaciones son materia de olvido casi antes de terminar la visita. O atrapas la emoción y el interés del lugar por ti mismo, al vuelo, ipso facto, en el lugar mismo; o la verbosidad didáctica del pastor de turno difícilmente ayudará en nada. En fin, a lo mejor lo que digo es una idiotez, pero así lo veo.
“Si el viajero deja que le dicten lo que tiene que ver, en lugar de lo que puede ver por sí mismo, está perdido”. Miguel Sánchez-Ostiz
Visité en pandilla el Monasterio, interesante, claro. No, no voy a caer aquí en didactismos pesados y aburridos (tipo guía parlante), quien quiera verlo que vaya y lo vea, mucho mejor. Sólo diré la obviedad de que se trata de un enclave en el que sus orígenes se remontan al siglo XI, que fue construido en estilo románico, pero demolido y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano. El lugar está considerado como la cuna de nuestra lengua (Glosas Emilianenses, s XI).
La visita fue larga por las profusas y bien estructuradas explicaciones de nuestra monitora. Acabamos a la una y media.
No consideré la posibilidad de visitar el Monasterio de Suso, tontamente, porque podría haberme resultado más interesante, dado que, sus orígenes se remontan a la época visigoda s. VI, y posteriormente mozárabe s. VII. En fin, no lo hice (tenía que esperar a hacer la visita por la tarde y preferí no hacerlo).
Me acerqué a Nájera, a comer…
La Fotografía: Más turisteo en la sacristía del Monasterio de Yuso; y todos fuimos felices, pero no sé lo que comieron ellos ese día; yo sí: patatas a la riojana (muy ricas).